Ponente
Descripción
El reciente accidente del AquaDom en Berlín, Alemania, provocó la muerte de más de 1.500 peces tropicales de agua salada y, adicionalmente, desencadenó el cuestionamiento por la comunidad internacional de las ventajas que representan los acuarios públicos y otras herramientas de conservación ex situ (v.gr. bancos de germoplasma, zoológicos y centros de rescate). En un contexto de pérdida inminente y severa de la biodiversidad, resulta evidente la necesidad de adoptar buenas prácticas pedagógicas, seguir celosamente los lineamientos internacionales para conservar el máximo de diversidad biótica y mantener sus interrelaciones ecosistémicas en hábitats naturales. Por lo anterior, se analiza aquí el papel de los acuarios para la conservación de la biodiversidad en un marco de crisis climática, a partir de la revisión crítica de 12 artículos desde 2009 al 2017, que coinciden en que es indispensable mejorar la difusión e integración de la educación ambiental con los visitantes, desarrollar un enfoque ético y pragmático sobre la cautividad de los animales vivos, así como sobre los parámetros de su cautiverio. Los visitantes deben ser informados claramente sobre soluciones individuales y colectivas potenciales para mitigar el cambio climático, con énfasis en la escala local. Para conservar al máximo la biodiversidad es crítico diseñar prácticas pedagógicas idóneas y ceñirse a normas internacionales. Finalmente, se confirma el papel efectivo que cumplen los acuarios y otras herramientas de conservación ex situ para conservar la biodiversidad, así mismo para el estudio de las respuestas poblacionales ante los cambios ambientales.