Ponente
Descripción
Los estudios científicos sobre liderazgo comenzaron a ser sistemáticos sobre todos en el siglo XX, hace ya varias décadas, presentándose en la actualidad con connotaciones positivas, ya que existe la creencia justificada y generalizada de que se trata de una variable importante en el funcionamiento de las organizaciones, sobre todo, en lo que respecta al cumplimiento de las metas, el logro de la misión institucional, el logro de un ambiente laboral favorable y el aumento de la productividad económica. Es decir, se tiene la certeza de que el liderazgo influye favorablemente en la eficacia, la efectividad y la eficiencia de las organizaciones. Como señalan Carbó y Pérez (1996): «[…] el liderazgo es sin duda uno de los temas estrella de los estudiosos de las organizaciones» (p. 159).
El tema ha rebasado con mucho las miradas científicas profesionales y se ha insertado muy fuerte en las versiones más mediáticas, científico-populares, en el universo de las lecturas y propuestas para el gran público. Basta poner en la barra de un buscador la palabra «liderazgo» y no alcanzarán varias semanas para dar al menos una mirada a todas las sugerencias que se recibirán.
Al mirar de cerca el concepto y su tratamiento en la literatura es fácil observar una evolución, al tiempo que una distorsión. La evolución se encuentra mayormente en el desarrollo de precisiones conceptuales y operacionales que arrojan luz sobre el desempeño de un líder, lo que conocemos como liderazgo: el ejercicio de la condición de líder. La distorsión se percibe en el crecimiento exponencial de tipos de líderes, de tipos de liderazgo, que llegan a tocarse con el absurdo. Parecen llevar razón los que afirman que el liderazgo es uno de los fenómenos más observados sobre la tierra y menos entendido.
Pero se entretejen en su concepto mitos y realidades, aspiraciones y realizaciones, narraciones y cuentos. Vamos a explorar 3 verdades sobre el liderazgo.