Ponente
Descripción
El contenido y calidad de las prácticas de convivencia escolar depende en gran medida de la gestión consciente de la comunidad educativa respecto a la misma. En este sentido existen brechas que pueden ser atenuadas e incluso resueltas desde la coparticipación de la Psicología Educativa. Para lograrlo, como parte del proceso investigativo se implementó un dispositivo de diagnóstico e intervención. El diagnóstico se enfocó, por una parte, a evaluar la gestión de la convivencia escolar por los miembros de la comunidad educativa y por la otra, a determinar las prácticas de convivencia coexistentes entre los estudiantes. A partir de los resultados del proceso de diagnosis, se concibió la estrategia de intervención enfocada en dos direcciones, la primera, ofrecer a docentes, directivos y especialistas algunas de las herramientas que desde la perspectiva psicológica pudieran utilizar para la adecuada gestión de la convivencia escolar y la segunda, poner en práctica un sistema de influencias educativas para contrarrestar o disminuir las malas prácticas de convivencia escolar y fortalecer o potenciar las buenas prácticas. En este sentido contribuyeron las prácticas preprofesionales de los estudiantes y las acciones de capacitación realizadas con los directivos, docentes y especialistas de las instituciones educativas. Se constató que la coparticipación de la Psicología Educativa como ciencia y profesión juega un importante papel en la gestión de la convivencia escolar.