Ponente
Descripción
El tiempo y el espacio son construcciones de base social. Y en los estudios sobre espacialidad se ha desarrollado una corriente asociada a personalidades como Henry Lefebvre y Edward Soja, quienes afirman que hay un tercer espacio, subjetivo y personal, donde todos los demás se cruzan. Es un espacio dinámico, que nace de la experiencia de quienes lo habitan. O sea: el “Tercer Espacio” o espacio vivido.
Este tipo de espacio es un producto social activo, cambiante. Influye en la vida y cultura humanas, al relacionarse directamente con los sentimientos de pertenencia o interactividad de los sujetos involucrados en la experiencia espacial. En esta vinculación entre espacialidad y comunidad, la persona y el espacio son mutuamente dependientes. Y la Historia se halla plenamente presente en la espacialidad como un factor que permite al ser humano construirse, a la vez que dicho material histórico es constantemente actualizado y reconstruido.
Esta ponencia explora el Tercer Espacio en lugares de La Habana, atendiendo a cómo determinadas localidades del Vedado y Alamar, o construcciones tan emblemáticas como la Basílica Menor de San Francisco, el Estadio Latinoamericano, iglesias etc., son resignificadas según los sentimientos de identidad, nuevas funcionalidades y otras subjetividades asociadas a la construcción espacial, otorgando nuevos mensajes a viejos edificios y plazas. Además, se propone cómo aplicar esta teoría posmoderna en una gama amplia de investigaciones históricas, pues esta atención renovada a la subjetividad espacial abre potencialidades prometedoras para el análisis de la evolución de determinados conceptos sociopolíticos, o para estudios de microhistoria.