Ponente
Descripción
La evolución del trabajo como forma de supervivencia, ha esta emparejada con la propia evolución de la humanidad y el desarrollo tecnológico. Desde su surgimiento, no cabe dudas que es la fuente principal de los bienes y servicios que satisfacen las necesidades de los seres humanos. Por tanto, la remuneración al trabajador por la labor que realiza, se constituye en sí misma, la mayor de todas las fuerzas que intervienen en materia laboral. La relación salario-necesidades básicas, por cuanto representa en la actualidad uno de los puntos críticos, ha estado en el centro de análisis y debates a diferentes instancias. Puede considerarse que el dinero que percibe el hombre por su trabajo, es un elemento decisorio en el grado de satisfacción, compromiso y calidad. Si bien estos son aspectos que no deben perderse de vista desde el trabajo sindical, en aras de lograr un mejor clima laboral, no es el único. En los últimos años viene cobrando mayor fuerza el término de “salario emocional”, y que está orientado a sumar satisfacción laboral a través de cuestiones no económicas. Si bien los marcos regulatorios y legales frenan de alguna manera el papel de los sindicatos en sus exigencias de revisar los sistemas de pago insuficientes a nuestros trabajadores, una gestión sindical basada en el salario emocional, contribuirá a fortalecer su papel en tal sentido.