Ponente
Descripción
La categoría tutela judicial efectiva como garantía del acceso de las personas a la justicia deja de tener una total aplicabilidad práctica y por tanto solo se queda en una mera consagración normativa si las personas no confían en la administración de justicia, pero para que se alcance esa confianza es necesario garantizarle a los justicables que el proceso se tramitará bajo las máximas de lealtad, probidad y lo moralmente correcto, las cuales se incorporan a la dinámica del proceso a través de la buena fe procesal. Esto nos lleva a considerar de suma importancia argumentar los fundamentos teóricos necesarios para la configuración doctrinal de la buena fe procesal a partir de su nulo tratamiento teórico en Cuba y el desafío que implica para jueces y partes su presencia en el nuevo Código de Procesos, lo cualnos sirve de nase para delimitar su consideración o no como principio general del proceso.
Con este propósito se analizan los elementos indispensables que nos permiten llegar a su conceptualización teniendo como base lo que consideramos por principio general del proceso, además de identificar su naturaleza jurídica. Al mismo tiempo que se realiza un estudio de los deberes que componen a la buena fe como raíz a la exigencia de un actuar leal y próvido en el debate judicial, lo cual puede tributar a que al final de la contienda se dicte una sentencia apegada al ideario de justicia y que se eviten conductas maliciosas como el abuso de derecho, el fraude procesal o de la ley (procesal).
