Ponente
Descripción
En diversos espacios científicos se debate si los eventos hidrometeorológicos que están ocurriendo son debidos al cambio climático, los ciclos normales de la tierra o ambos; además, estudios sobre escenarios climáticos futuros pronostican su agudización. No obstante, la manifestación extrema de algunas variables (ausencia de lluvias, incremento de la temperatura, vientos fuertes y lluvias intensas) se presenta de manera no lineal respecto a los años y territorios expuestos, situación que presiona sobre la necesidad de transitar de la estrategia de respuesta a la de adaptación sistemática con enfoque de resiliencia. En Cuba, los sistemas de producción primaria de alimentos (fincas, áreas productivas de cooperativas, huertos urbanos) evidencian una alta vulnerabilidad ante los eventos hidrometeorológicos extremos, debido principalmente a la base convencional que predomina en su diseño y manejo, que se agudiza por el deterioro de los recursos naturales en los agroecosistemas más sobreexplotados y la baja capacidad de los servicios técnicos locales para la innovación adaptativa. Al respecto, los cambios ocurridos en los sistemas de producción agraria del país durante los últimos 30 años, principalmente la descentralización en la administración de las tierras, el incremento de la diversificación productiva y la adopción de la agroecología en el manejo del sistema suelo-cultivo, se consideran el inicio de la transición hacia capacidades adaptativas. La coinnovación transdisciplinaria con la participación de investigadores, técnicos locales y agricultores, ha evidenciado grandes potencialidades para la adaptación al futuro climático, principalmente por la complementariedad que se logra al integrar los conocimientos de estos tipos de actores, considerando que la adaptación ante el cambio climático no es solamente una cuestión genética y tecnológica, sino que se requiere de sistemas de innovación que consideren las multifunciones de la biodiversidad bajo las características de cada contexto.