Ponente
Descripción
Numerosas y valiosas han sido las contribuciones de los emigrados cubanos a la formación y desarrollo de la literatura nacional, mediante proyectos editoriales de variada índole, orientación ideopolítica, formatos y localización geográfica. Dos momentos fundamentales de este proceso, que aquí se abordan en sus especificidades aunque estableciendo las necesarias conexiones con sus similares en el país, ocurren en la época colonial y en la abierta a partir de 1959, respectivamente, cada uno con sus características y logros de diverso cariz y relevancia. En la primera, destacan los proyectos de José María Heredia, Néstor Ponce de León, Enrique Trujillo, José Dolores Poyo, José Martí, entre otros polos ubicables en México y Estados Unidos, fundamentalmente. En este momento, que cubre casi en su totalidad el siglo XIX, se trata de una producción editorial enfocada a la reafirmación de la identidad nacional en proceso de formación y a las ansias liberatorias del coloniaje español. En el segundo, que se desarrolla a partir de la década de 1960 y dura hasta hoy, se mantiene la preocupación por la identidad nacional en condiciones de extrañamiento, negando, en principio, cualquier contaminación con la producción del país de origen, pero estableciendo gradualmente, después, relaciones con ella, que también ha ido abriendo ciertos espacios a la literatura de autores emigrados, sean estos fallecidos o en pleno ejercicio del arte escritural. Proyectos emblemáticos pudieran ser, entre otros muchos, Ediciones Universal, Colibrí, Betania, Verbum, Playor, Término. Destaca asimismo en este segundo momento en estudio la mayor dispersión de los polos geográficos (con Estados Unidos y España como centros irradiadores mayores), el nutrido movimiento editorial en formato digital. Característica común a ambos momentos es la proliferación de proyectos que, más que libros, producen publicaciones periódicas.
