Ponente
Descripción
La necesidad de promover una cultura demográfica en la población del planeta es reconocida -de forma implícita o explícita- desde la segunda mitad del siglo XX. Las preocupaciones en torno al crecimiento demográfico global impulsaron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a convocar a la comunidad internacional a una serie de conferencias mundiales sobre población, entre las cuales, la celebrada en 1994 en El Cairo, Egipto, marcó un punto de giro en relación con muchos criterios para el análisis de la población en el contexto del desarrollo, entre ellos algunos sobre la comunicación y la educación en población.
El mensaje esencial del Programa de Acción emanado de esta Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), “fue que los temas de población son asuntos de desarrollo”, una definición que implica la visión plena del carácter social de la ciencia demográfica, pero también una impronta en procesos asociados de educación y comunicación para el desarrollo.
Esta interpretación comprende no sólo los factores sociales y económicos vinculados al desarrollo, sino también los culturales, la estructura familiar, los recursos económicos y los derechos humanos.
La emergente teoría de la comunicación sobre población, que articula los ejes de información y educación, pero partiendo de una línea de base sostenida en la producción científica de la Demografía, se va construyendo como propuesta transdisciplinar que busca de impulsar la construcción de una cultura demográfica que actúe a nivel personal y tenga vigencia en el seno de toda la población. Para gestar esa cultura demográfica es preciso hacer uso de la educación formal e informal, así como de la que imparten los medios de comunicación, evitando manipulaciones innecesarias y buscando la apropiación profunda del sentido de los procesos demográficos ligados a la vida cotidiana de los individuos.
De todo lo anterior se desprende, como condición, que para instrumentar la comunicación sobre población se debe partir también de un conocimiento eficaz de las audiencias, de la opinión pública, con la investigación de los mecanismos mediante los cuales el cambio institucional y cultural afecta al comportamiento demográfico a nivel individual, y cómo este cambio es procesado por el individuo en su desarrollo. ¿Cómo llevar esos aprendizajes a la práctica cotidiana de periodistas y comunicadores? ¿Cómo incorporarlos a coberturas de temas más específicos de la agenda de la población cubana, en contextos particulares?