Ponente
Descripción
Los conflictos de consumo se caracterizan por el escaso valor de muchas de las reclamaciones, la presencia de condiciones generales en la contratación, la asimétrica posición económica, psicológica y jurídica del consumidor, más la carga que soporta del incumplimiento o cumplimiento defectuoso de los deberes de información del proveedor, etc., que han servido de obstáculo subjetivo y objetivo para el ejercicio de acciones judiciales. De ahí, que se opte por el camino autoexhortativo de la justicia alternativa y sus medios. Hoy, la mediación se presenta como un procedimiento que puede resultar especialmente apropiado para esta clase de conflictos. Las experiencias en el Derecho comparado parecen confirmarlo, así como los rigurosos estudios que analizan los conflictos en términos de coste-beneficio.
En el mercado y ordenamiento jurídico cubanos, generalmente las reclamaciones más frecuentes de los consumidores afectados en sus derechos, se realizan por causas como: engaños en publicidad, anuncios y ofertas, cobros indebidos, adulteración de precios y medidas en las compras, incumplimiento de garantías, incumplimiento de contratos de compraventa y prestación de servicios, deficiencias en los servicios de reparaciones, entre otros. En este escenario, y con la ley estatal como instrumento privilegiado, resulta necesaria una reflexión por parte de los responsables del devenir del mercado de consumo cubano.
La implementación en Cuba de la mediación de consumo, se ha convertido en una gran polémica con diversas corrientes que conducen a nuevas construcciones teóricas y de experimentación social. Y entonces cabe preguntarse: ¿Cómo solucionar los conflictos derivados de las relaciones entre proveedores y vendedores con los consumidores cubanos?, ¿qué vías se utilizan para dar solución a sus conflictos contractuales? ¿Con qué se ha contado para ello?
Palabras claves: consumidores, protección, conflictos, mediación de consumo