Ponente
Descripción
En Cuba el fomento de la participación de las mujeres en la vida económica, social y política ha constituido un propósito de numerosas políticas desde el inicio de la Revolución. En los últimos 20 años, si bien existe un marco legal que apoya este proceso de empoderamiento, se mantienen brechas en el acceso a recursos que empoderan y, por tanto, que limitan el pleno ejercicio de sus derechos. Aunque se identifican condiciones que favorecen la inserción de las mujeres, mantienen un desempeño por debajo de sus potencialidades en la vida económica del país, tanto en el sector estatal como no estatal. El sistema patriarcal, sus prácticas y estereotipos, así como la pervivencia de prejuicios contra la propiedad no estatal se encuentran en la base de la menor inserción de las mujeres en el sector privado. A ello se suma el limitado desarrollo de mecanismos que concreten en políticas económicas la autonomía económica de las mujeres promulgada desde diferentes marcos legislativos, y la ausencia de políticas de fomento y desarrollo del sector no estatal.
Para poder aprovechar la oportunidad que se presenta en términos de empoderamiento económico para las mujeres en el proceso de perfeccionamiento de los actores económicos en Cuba resulta clave el acceso y control de activos como tierras, casas e ingresos, acceso a tecnología, también de la autonomía económica y conocimientos que favorece el acceso a un empleo formal estable