Ponente
Descripción
Si bien cada nuevo espacio requiere ser diseñado, no se crea arquitectura para cada nuevo diseño interior. Es bastante frecuente que el interiorismo se trabaje sobre preexistencias arquitectónicas.
Cuando estas ostentan, por demás, la condición de Patrimonio, el proyecto de diseño adquiere mayor complejidad.
El carácter patrimonial del objeto a intervenir, hace que sea necesario adaptar la forma en que se conceptualiza el espacio interior y cómo se trabajan las variables de diseño. Su concepción como sistema es requerimiento constante, pero los elementos delimitadores y componentes del espacio no podrán ser manejados con igual libertad.
De cumplimiento indispensable en este tipo de proyecto, resulta la necesidad de respetar aquellas características y atributos tangibles que hacen al inmueble portador de valores patrimoniales.
Construir nuevos significados que no afecten la memoria del lugar a intervenir, sino que preserven y difundan su identidad, es el desafío que se trabaja desde la óptica de la sostenibilidad en el ámbito cultural. Como retos comunicacionales, el diseñador deberá también desenvolverse en el campo de la interpretación del patrimonio, de modo que su proyecto logre captar y transmitir los aspectos culturales intangibles asociados al bien arquitectónico.
A la par que se tenga especial cuidado con el inmueble, es importante prestar atención al hombre como centro de la actividad de diseño. Conservación no implica negación del progreso, por lo que nuevas tecnologías y formas de hacer, que adapten la arquitectura de antes al usuario de ahora,están siendo la tendencia más difundida y aplaudida en este campo.
