Ponente
Descripción
Si la geografía puede ser un arma para la guerra (Lacoste, 1976), también puede dar claves para entender los patrones de dominación y herramientas para sortearlos. Podemos observar una distribución geográfica del poder en el ciberespacio también, incluyendo la hegemonía estadounidense, que constituye un elemento de desestabilización muy representativo. Contribuye a la creación de vulnerabilidades para otros actores y a la provocación de reacciones soberanas.
Cuba, como país aislado por la política americana en los intercambios internacionales, también se encuentra aislada en el ciberespacio. Este enfoque geopolítico a la conexión cubana pretende cuestionar la idea del aislamiento de la isla en el ciberespacio, y tiene en cuenta las infraestructuras, el enrutamiento de los datos, y el lugar del internauta cubano en la capa semántica de las interacciones con el mundo. Así, la isla se presenta como una zona laboratorio para estudiar los retos de la conexión en un entorno insular y desarrollar una reflexión y herramientas para pensar la relación entre topología y topografía.
Resulta que la cartografía de los cables submarinos de fibra óptica muestra hasta qué punto Cuba está excluida de la conectividad de la región. Los fenómenos de restricciones geográficas implementadas por las empresas estadounidenses (McDonald, 2018), así como las regulaciones del Departamento de Comercio de Estados Unidos sobre las importaciones de equipos tecnológicos, obligan a los usuarios cubanos a una experiencia de conexión limitada. No obstante, el país desarrolló varias estrategias para lograr a la conexión de su población, que se podrán exponer en el artículo.