Ponente
Descripción
La representación de la violencia en el cine ha suscitado numerosas investigaciones que revelan el vínculo que existe entre la violencia en los medios de comunicación y la legitimación de determinadas relaciones de poder, dominación y desigualdad en la sociedades contemporáneas. A pesar que el cine cubano no suele considerarse una cinematografía violenta per se —como la estadounidense o la asiática—, no escapa de este tipo de representaciones. A su interior se ha podido comprobar que existen, al menos tres líneas discursivas en las que la violencia cinematográfica cobra sentido para el contexto cubano. La primera está relacionada con la violencia revolucionaria (tanto en lo estético como en lo ideológico) y de ella son ejemplos files como Historias de la Revolución, Lucía o La primera carga al machete. La segunda arista vincula violencia y marginalidad, con posiciones críticas y pasivas según el caso, tal como se representa en cintas como Barrio Cuba o Los dioses rotos. En tanto, la tercera línea, está reservada a realizaciones particulares (alternativas) en las que la predominancia de las preocupaciones del autor opacan cualquier intento de clasificación para la violencia reflejada en pantalla como es el caso de, Juan de los muertos, Omega 3 o Molina Feroz.