Ponente
Descripción
La formación integral se declara en los documentos rectores de la política educacional cubana, como fin de la educación general y premisa fundamental de los planes de estudio de la educación superior. En cada época histórica, la concepción integral del ser humano ha sido expresión del desarrollo cultural y anhelo educativo renovado sistemáticamente. En las actuales condiciones histórico-sociales del país, se revela la necesidad de determinar una concepción teórico-metodológica de la formación integral de los estudiantes y la diversidad de actores sociales involucrados, siendo este uno de los objetivos de la investigación. El resultado ha sido la construcción de una nueva categoría, la integralidad pedagógica, sustentada en el entrelazamiento y conexión de teorías y avances científicos de varias ciencias intervinientes en el proceso formativo, que centra la atención en la integralidad como cualidad de la personalidad y en las acciones que la favorecen en el ámbito universitario. Se conceptualiza la integralidad como el desarrollo armónico de las facultades humanas individuales en lo afectivo, lo intelectual y lo ejecutivo que conduce a la regulación de la conducta inmediata y futura de la persona, en los diferentes contextos en que se implica: social, familiar y profesional por medio de los roles específicos que desempeña en esos contextos. La esencia de estos fundamentos ha sido el vínculo y entrelazamiento de las ciencias, la formación universitaria y el desarrollo personal y social. Además, ha dado paso al cumplimiento de los otros objetivos de la investigación en la orientación del complejo proceso de formación integral.