Ponentes
Descripción
Introducción:
Para Freud la felicidad depende del contraste, emerge de las cenizas, como el Ave Fénix. Toda pretensión de hacer desaparecer los opuestos para hacer de la felicidad un estado “permanente” borraría esos contrastes indispensables. El hombre siempre eufórico sería el hombre infeliz por excelencia, absolutamente sometido al deber de gozar ¡siempre!, aquel para quien la dicha se impone como una exigencia, una obligación, un imperativo. Para cumplirlo se tendrán que emplear todos los medios, entre ellos el que Freud llama “quitapenas”: el tóxico. En toda adicción entonces –no sólo a las drogas sino, a todo aquello de lo que hoy se habla: el sexo, la comida, las compras, el trabajo- subyace un imperativo de raigambre sadiana: “¡Tienes que ser feliz!”.
Esta obligación de ser feliz está en la base del empleo generalizado en nuestra época de la palabra “bipolar”, que se aplica a cualquier cambio de estado de ánimo, a la mínima disparidad. Así, cualquiera de estas manifestaciones se toma como una “patología” que debe “curarse”.
El actual discurso del consumo presenta a los sujetos el brillo deslumbrante de todos los medios y los objetos que el mercado ofrece, haciéndoles creer que es posible la satisfacción absoluta, que no hay límite al goce.
Objetivos:
Abordaremos el concepto de objeto en psicoanálisis y su relación con los objetos de amor, de goce y de deseo.
Trataremos de mostrar la relación al discurso de los síntomas, las adicciones, la angustia y las posibilidades de hacer con eso a través de la escucha psicoanalítica.
Temas abordados:
“El Malestar en la cultura” de S. Freud, la escucha analítica, la concepción del síntoma y el objeto en la teoría psicoanalítica, las adicciones y su clínica.
Conclusiones:
Freud nos habla del primer objeto de satisfacción, perdido por la entrada del sujeto en el lenguaje, mítico, inhallable, pero que genera un movimiento hacia ese reencuentro imposible.
No es que no haya objetos en los que pueda hallarse algo de satisfacción, de hecho Freud nos habla de la adhesividad de la libido hacia ciertos objetos a los que el sujeto queda pegado. Entendamos que el partenaire de una relación amorosa es – en esta concepción – elevado al rango de objeto, también la comida o el objeto droga.
La sexualidad para Freud pierde su carácter biológico. Ya no hay instinto natural en la sexualidad humana. No hay cuerpo desnudo, todo cuerpo está vestido con ciertos significantes singulares, efecto de lo vivido y escuchado por cada sujeto desde sus más tempranas vivencias. De allí partirán la relación del sujeto con sus objetos y los síntomas, sus modos de “satisfacción displacentera”, lo que con Lacan llamamos goce.
El psicoanálisis ofrece una opción distinta para las adicciones, propone trabajar con los efectos del discurso, con eso realmente vivido y escuchado desde sus orígenes, pesquisar los efectos singulares que determinaron ese goce mortífero.
| Palabras claves | Inconsciente, síntoma, adicciones, objeto. |
|---|---|
| Modalidad de participación | Presencial |
| País | Argentina |
